Genocidio Congo Belga

El Congo Belga
Bajo el gobierno belga los peores excesos del Estado Libre disminuyeron, pero el país continuó siendo una enorme bolsa de mano de obra barata para las empresas europeas que continuaron explotando los recursos para su exclusivo beneficio.
Los belgas hicieron muy poco para desarrollar el país. Los misioneros cristianos fueron los responsables de levantar el nivel educativo y mejorar los servicios médicos. Hasta mediados de los años 50, ningún congoleño tenía derecho a una formación más allá del nivel de enseñanza primaria.
Leopoldo II, Masacres en el Congo Belga
Mientras Leopoldo II dictaba “normas” arbitrarias que expropiaban propiedades y recursos a los pueblos congoleños, permitía que su brutal ejército privado cometiera todo tipo de atrocidades con el fin de aterrorizar a la población, y someterla más fácilmente a las ambiciones del rey.
Las incalculables riquezas del territorio congolés han sido objeto de la codicia de reyes, imperios coloniales, multinacionales, políticos y aventureros, siempre dispuestos a privar a los pueblos de sus recursos naturales.
En el siglo XIX el Congo fue entregado al rey Leopoldo II de Bélgica, quien lo gobernó durante décadas, como si se tratara de su hacienda privada.
La historia de la explotación de los recursos económicos del Congo mientras fue propiedad de Leopoldo II, es una de las historias más sangrientas de la historia contemporánea.
LEOPOLDO II DE BÉLGICA PIERDE EL CONGO
En tan sólo dos décadas, el rey Leopoldo II de Bélgica había convertido una parte de África central en su propiedad privada. Los beneficios de las lucrativas industrias del caucho y del marfil iban a parar directamente a su bolsillo.
En 1908, sus abusos de poder y los malos tratos a los africanos provocaron tal escándalo que el Parlamento belga, en un esfuerzo por mantener la constitución monárquica y el poder real, votó la anexión del Estado Libre del Congo y la convirtió formalmente en una colonia.
Leopoldo había empezado a apropiarse de estas tierras a finales de 1870, cuando el explorador Henry Morton Stanley navegó por el río Congo y ofreció los tratados que había negociado con los jefes africanos a una desinteresada Gran Bretaña y a un ansioso Leopoldo.
Para Leopoldo, el Congo era «el gran pastel africano». El rey impuso tasas altísimas, que prácticamente acabaron con el comercio internacional y las inversiones extranjeras. Los habitantes fueron desposeídos de todos sus derechos y obligados a recolectar caucho sin cobrar.
Leopoldo invirtió dinero en Bélgica. Construyó lujosas obras públicas para congratularse con el pueblo belga mientras el resto del mundo lo condenaba. Cuando Leopoldo se percató de que la opinión pública estaba en su contra de manera irrevocable y que el movimiento en favor de la anexión era imparable, de forma silenciosa y cautelosa, transfirió los bienes del Estado Libre y concesiones mineras a compañías secretas fuera del control del gobierno belga. El Congo que cedió a Bélgica, a pesar de ser rico en reservas naturales, estaba arruinado.
RISIS DE LOS IMPERIOS COLONIALES Y EMERGENCIA DEL TERCER MUNDO
La descolonización de África
Al concluir el conflicto argelino en 1962, casi todas las colonias se habían liberado. Al concluir la Segunda
Guerra las colonias africanas no eran percibidas como candidatas a constituir estados soberanos en un futuro inmediato. Los poderes imperiales estaban convencidos que iban a permanecer por mucho tiempo en esta región.
Los países africanos eran entidades creadas por los europeos, extrañas para la mayoría de los africanos.
La mayoría de las colonias subsaharianas carecían de sólidos recursos políticos y económicos.
Independencia y guerra civil en el Congo belga
En 1957 Bélgica permitió la actividad política en el Congo. Un sinnúmero de partidos políticos de base tribal surgieron al calor de la nueva situación y todos trataron de capitalizar el descontento de los desocupados y los trabajadores en favor de reivindicaciones generalmente contradictorias.
Sólo el Movimiento Nacional Congolés dirigido por Patrice Lumumba, planteó los problemas a nivel nacional, procuró contrarrestar las tendencias secesionistas de las tribus o las provincias y planteó como base fundamental de su plataforma la obtención de la independencia.
La independencia no significó para el Congo la libertad, sino su conversión en un campo de lucha debido a las rivalidades entre diferentes fracciones congoleñas y al interés de las grandes metrópolis por controlar la explotación del cobre en la zona de Katanga.
A pocas horas de finalizados los festejos se desencadenan una serie de crisis que alcanzan dimensiones internacionales.
CONGO BELGA: HISTORIA DE UN GENOCIDIO

Durante muchos siglos, la empresa colonial fue transparente: un país, aprovechándose de su fuerza, invadía a otro más débil, se apoderaba de él y lo saqueaba. Nadie ponía en cuestión semejante estado de cosas porque se trataba de algo que se venía practicando desde la noche de los tiempos, y todos, colonizadores y colonizados, aceptaban o se resignaban a esta cruda realidad como a una fatalidad inevitable, consustancial a la historia.
En el siglo XIX, las empresas coloniales europeas en Africa y Asia invaden y ocupan territorios, que empiezan a explotar de inmediato, sin otra explicación que la necesidad de proveerse de materias primas.
Leopoldo II convirtió Bélgica en una gran potencia colonial sin disparar un solo tiro.
A diferencia de otras colonizaciones, en que los invadidos resistieron de alguna forma al colonizador, en el Congo prácticamente no hubo resistencia. Los congoleses no tuvieron tiempo ni posibilidades de resistir a un sistema que cayó sobre ellos como una malla inflexible en la que perdieron, desde el principio, toda libertad de iniciativa y movimiento, y en el que fueron sometidos a una explotación inicua, las 24 horas del día, hasta su extinción. Los castigos eran brutales.
Durante un cuarto de siglo, por lo menos, el Congo fue desangrado, esquilmado y destruido: un horror sólo comparable al Holocausto.
Genocidio en la República Democrática del Congo
Una producción del tercer mundo que nos habla de cómo una de las principales materias primas de la producción capitalista actual se encarga de la muerte de millones de personas, muchos de ellos apenas niños, mientras el occidente venturoso maquina sobre su crisis de superproducción de riquezas y tecnologías “postmodernas”.
En la región centro-este del Congo, encuadrada en la más que formal República Democrática, se hallan alrededor del 80% de las reservas mundiales del Coltán.
La historia contemporánea del Congo nos muestra en un plano de abstracción el dominio permanente de los poderes extranjeros.
Para muchos países africanos, a finales del siglo XX, la devaluación de los productos agrícolas, y la desertificación, provocaron una fuerte revalorización de sus recursos mineros, nueva fase del errante camino para relacionarse con el mercado internacional.
El final de esta historia cinematográfica la protagonizan los niños del Congo, aquellos que allí han tenido que nacer. Se trata de lo que en términos académico-políticos podemos conceptuar como “La ‘organización’ de la producción y el mercado de trabajo”.

En las minas aluvionales trabajan diariamente decenas de miles de mineros, bajo un sistema represivo organizado por las fuerzas militares y los poderes locales de los dos bandos en disputa. Estos pagan a los trabajadores entre diez y doce dólares por kilo de coltán y les exigen además para “permitirles” trabajar que se pongan con una cucharada diaria del mágico, modo muy especial de tributo en especie, con el que recaudan alrededor de un millón de dólares mensuales.
El coltan es la conjunción de dos minerales considerados materias primas estratégicas para el desarrollo de las nuevas tecnologías. De acuerdo a lo que parecen ser propiedades fisico-químicas “mágicas”, este mineral es fundamental para las industrias de aparatos electrónicos, centrales atómicas y espaciales, misiles balísticos, video juegos, aparatos de diagnóstico médico no invasivos, trenes sin ruedas, fibra óptica, etc.
Las crecientes necesidades de la industria tecnológica del mundo han creado graves conflictos en los países menos desarrollados. Hoy el coltán es fundamental para que muchas de estas industrias “de punta” rindan sus frutos.
Rafaela Aranzaens
Genocidio Congo Belga
Vivir en un país rico en recursos naturales es una desgracia para los africanos. El Congo huele a sangre, enfrentamientos entre etnias, pobreza, esclavitud y sobre todo a dinero. La antigua colonia belga tiene tanta riqueza que con su explotación debería nadar en la abundancia, sin embargo lo que le sobran son guerras.


El Congo Belga fue entre 1908 y 1960, su anexión fue por un tratado. El dominio fue sanguinario. . En la búsqueda de caucho y marfil, los belgas asesinaron a más de 15 millones de congoleses en los primeros 30 años de su dominio. Se impusieron tasas altísimas, que acabaron con el comercio internacional y las inversiones extranjeras. Los habitantes fueron desposeídos de todos sus derechos y obligados a recolectar caucho sin cobrar. Poco a poco la situación mejoró aunque siguió manteniéndose, un tipo de "Apartheid" que limitaba y restringía derechos y libertades de los congoleños. Económica y socialmente  se construyeron escuelas, hospitales, y algunos congoleños tuvieron acceso a ellos. La Administración continuó con las reformas económicas mediante la construcción de vías férreas, puertos, caminos, minas, plantaciones, áreas industriales, entre otras.


Durante la Segunda Guerra Mundial y la Guerra Fría  fue uno de los mayores exportadores de uranio para Estados. Para la década de 1950 aún subsistían trabajos forzados en el Congo y la esperanza de vida no alcanzaba los 40 años de edad. Se explotaban el caucho, las piedras preciosas que usaban las damas europeas, y en especial los diamantes, el oro y el marfil.





A principios de 1950, movimientos nacionalistas aumentaron las presiones sobre Bélgica para transformar al Congo belga en un estado autónomo. El Movimiento Nacional Congoleño fundado en 1956 dirigido por Patrice Lumumba, se difundió rápidamente y se estableció en cuatro provincias. En 1959, se produjo una división interna impulsada por Joseph Kalonji y otros líderes del MNC que apoyaban una postura política más moderada. El MNC ganó las primeras elecciones independientes del Congo y Bélgica fue forzada a reconocer a Lumumba como Primer Ministro.1959  se legalizaron todos los partidos congoleños y se realizaron elecciones generales, de ahí, surgieron tres alianzas políticas MNC - Kalonji,  MNC-Lumumba,  Katanga, por Moise Tshombe,





Finalmente en 1960, se convocó a una ronda de conversaciones en Bruselas, donde acordaron los pasos para realizar elecciones en todo el país, que fueron en mayo. Joseph Kasavubu  fue elegido como Presidente por el Parlamento y Lumumba ocupó el cargo de Primer Ministro.








Netgrafía:



Sofía Tamayo

GENOCIDIO EN EL CONGO

En el presente texto expresaré mi opinión acerca del genocidio producido en la República Democrática del Congo. Sin embargo, para poder entender este tema mejor, debemos tener bien claro la definición de genocidio.

DEFINICIÓN

El genocidio, según el diccionario de la Real Academia Española, es el exterminio o eliminación sistemática de un grupo social por motivo de raza, de etnia, de religión, de política o de nacionalidad, es un delito internacional; estos actos comprenden la matanza y lesión grave a la integridad física o mental de los miembros del grupo, sometimiento intencional del grupo a condiciones de existencia.

La situación en el Congo se ve caracterizada por la constante violación de los derechos humanos. Se estima
que desde el año 1998 hasta la actualidad han fallecido más de 6 millones de personas, y que aquellos que sobrevivieron se han vuelto víctimas de abusos y maltratos.

Muchas mujeres y niñas se han visto involucradas debido a las constantes violaciones de las cuales son víctimas, también del empleo de las mismas como arma de guerra(transmisión de enfermedades), la mayoría de niñas de temprana edad son sometidas a esclavitud sexual.

Otra problemática es la conversión de menores en niños soldados que son secuestrados por grupos guerrilleros, y aquellos niños que se resisten son torturados y asesinados frente a los demás.

Al estudiar la historia del Congo podemos apreciar que éste se encuentra en dominio permanente de los poderes extranjeros y que ha sido sistemáticamente explotado desde el siglo XVII, desde los portugueses, los holandeses y los santos británicos.

El imperio colonial belga fue organizado a la usanza de un dominio personal de Leopoldo II hasta los primeros años del siglo XX. Pero más allá de los ataques a las libertades individuales y las prácticas autoritarias que negaban de hecho las proclamas de la revolución francesa y de la formalidad del dominio político administrativo,l a explotación de las riquezas del Congo.

Se explotaban el caucho, las piedras preciosas que usaban las damas europeas, y en especial los diamantes, el oro y marfil. Entre 7 y 11 millones de personas fueron acribilladas por la forma de trabajo semiservil impuesta por las empresas concesionarias autorizadas por el Estado belga y el régimen imperialista en pleno florecer.

Se calcula que durante los años de dominio de Leopoldo sobre el Congo fueron exterminados unos diez millones de nativos, la mayoría esclavizados, mutilados o asesinados en masa debido a su resistencia a trabajar en las extracciones de caucho. Muchos tuvieron que huir por miedo a ser masacrados 

Daniela Merma
https://www.youtube.com/watch?v=y5Wo0WYEQVI&feature=player_embedded

1 comentario:

  1. Chicas,
    Creo que todas coincidimos que lo que ocurrió en el Congo fue un genocidio. Como bien a puesto Dani, es el exterminio o eliminacion total o parcial de un grupo social por raza, religión, política, etc. Siendo una verdadera lesion a la integridad física y mental. Después de haber leído el libro e investigado sobre la historía de este país, me doy cuenta porque muchos se referían al libro de Conrad como una novela que supera el contexto personal y social, una gran obra civilizadora en búsqueda de la liberación.

    Sofi.

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